Aumento de pómulos
Medicina Estética Facial
La proyección y el aumento de pómulos con los rellenos dérmicos de ácido hialurónico es el tratamiento ideal para rejuvenecer el rostro, consiguiendo un aspecto natural y juvenil, manteniendo la armonía del rostro.
La pérdida de volumen de los pómulos, influye en la aparición del surco nasogeniano, de la línea de marioneta y en la pérdida del contorno mandibular, que mejoran o se corrigen con el aumento de los pómulos con ácido hialurónico.
RESULTADO
Inmediato
APLICACIÓN
30 minutos
DURACIÓN
Hasta 12 meses
ANESTESIA
No necesario
RESULTADO
Inmediato
APLICACIÓN
Dependiendo la extensión
DURACIÓN
6 - 12 meses
ANESTESIA
No necesario
Preguntas frecuentes
¿Qué es la proyección y el aumento de pómulos con ácido hialurónico?
La proyección y el aumento de pómulos con ácido hialurónico es un tratamiento estético que consiste en inyectar esta sustancia en los pómulos para restaurar el volumen perdido, realzar su contorno y mejorar la definición facial.
El ácido hialurónico es un relleno dérmico que, además de proporcionar volumen, puede estimular la producción de colágeno. Esto contribuye a un aspecto más juvenil y natural, mejorando la armonía general del rostro y suavizando la apariencia de arrugas y pliegues relacionados con la eda
¿Cómo puede el ácido hialurónico rejuvenecer el rostro?
El ácido hialurónico puede rejuvenecer el rostro al aportar volumen y hidratación a la piel, lo que resulta en una reducción visible de arrugas y pliegues. Al inyectarse en áreas específicas como los pómulos, surcos nasogenianos o líneas de marioneta, rellena los espacios donde el tejido subcutáneo ha perdido masa, proporcionando un efecto de levantamiento y firmeza.
Esto puede llevar a una apariencia más descansada, llena y juvenil. Además, el ácido hialurónico atrae y retiene agua, mejorando la hidratación de la piel y contribuyendo a una tez más lisa y radiante
¿Qué cuidados post-tratamiento se deben considerar tras un aumento de pómulos?
Después de un tratamiento de aumento de pómulos con ácido hialurónico, se recomiendan ciertos cuidados post-tratamiento para asegurar los mejores resultados y minimizar el riesgo de complicaciones. Estos cuidados incluyen:
- Evitar tocar o masajear la zona tratada para no desplazar el relleno.
- Mantener la cabeza elevada y evitar acostarse durante las primeras horas después del tratamiento.
- Aplicar frío local para reducir la hinchazón y los moretones si los hubiera.
- Evitar la exposición al calor extremo, como saunas o baños calientes, y la exposición directa al sol.
- Abstenerse de realizar actividades físicas intensas durante las primeras 24 a 48 horas.
- Seguir una rutina de cuidado de la piel suave, sin frotar la zona tratada.
- Asistir a los controles de seguimiento recomendados por el profesional para evaluar los resultados y decidir si son necesarios ajustes adicionales.
¿El tratamiento de aumento de pómulos con ácido hialurónico mejora el contorno mandibular?
Sí, el tratamiento de aumento de pómulos con ácido hialurónico puede mejorar el contorno mandibular indirectamente. Al proporcionar volumen y proyección en los pómulos, se crea un efecto visual que puede ayudar a definir mejor el contorno de la mandíbula. Esto ocurre porque al realzar los pómulos se mejora la estructura general del rostro, lo que puede hacer que la línea de la mandíbula parezca más definida y contorneada. Sin embargo, para cambios específicos en el contorno mandibular, a menudo se requieren tratamientos dirigidos directamente a esa área.
¿Quiénes son los candidatos ideales para el tratamiento de aumento de pómulos con ácido hialurónico?
Los candidatos ideales para el tratamiento de aumento de pómulos con ácido hialurónico son personas que buscan mejorar la definición y el volumen de sus pómulos debido a la pérdida natural asociada con el envejecimiento o simplemente para realzar su estética facial.
Deben estar en buen estado de salud, no tener alergias conocidas al ácido hialurónico y tener expectativas realistas sobre los resultados del procedimiento. No se recomienda para mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni para personas con infecciones activas en la zona a tratar o con ciertas condiciones autoinmunes.
Es esencial una evaluación previa por un profesional de la salud para confirmar su idoneidad para el tratamiento.